El eterno intruso

Historias de un compulsivo embustero, enamorado de su vida familiar y esclavo de sus pasiones.

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10 sept 2008

Entrando a casa de noche

Publicado por Bohemio

Siempre llego cuando empiezan a cantar las aves, eso me hace sentir mal... ¿Acaso las noches duran cada vez menos?

Solo llegue a la casa, era muy tarde y se suponía estaba de viaje (la verdad no viaje a ningún lado y me quede a disfrutar las turbias noches de Lima), llegaba con las marcas de la bruma nocturna, los ojos rojos de todas esas luces, aun me dolían los oídos de ese maldito parlante en el antro. No sé que hice ni porque estoy entrando a casa, solo sé que no tengo sangre en la cara y por eso le chupo la vida a esta ciudad, aunque el síndrome de tolerancia cada vez me exige, más y más noches.

¡Carajo!... ¡porqué no arregle la puerta de mierda!, ahora hará mucha bulla. Felizmente no tengo perro, igual después de hoy no duraría mucho, en esta casa solo habrá un perro y eso seré solo yo, hasta que me voten.

Puerta de mierda no suenes ¡por favor!, sí, ya pase, pero que hago ahora si aun estoy más ebrio y ya se me acabaron las escusas, como quisiera que tú fueras tan mala como yo (me entra un miedo escalofriante) - ¡Y si ella está en el cuarto con otro tipo!, bien merecido me lo tendría..., ya huevón deja de pensar cojudeces (me repite mi podrida mente).

Veo el cuarto y allí estas dormida y te pusiste mi camisa, duermes como un ángel y yo solo soy un maldito perro pulgoso, que se quedara dormido en el sofá y mañana vera que cosa te inventa, no puedo perturbar tu sueño... ya que soy quien te jode la realidad.



(Los detalles de esa noche... otro día, esperen que me pase la resaca).